EL CARÁCTER DE UN HIJO DE DIOS
EL CARÁCTER DE UN HIJO DE DIOS
Definir el término carácter puede ser algo complicado, pero aquí vamos a tratar de examinar el carácter de un hijo de Dios y que rasgos se pueden distinguir de forma única en las personas o sociedades.
¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos
de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para
que juntamente con él seamos glorificados (Romanos
8:14-17).
Por lo tanto, el carácter puede definirse como ciertas cualidades,
características o atributos que distinguen a una persona, incluyendo
sus reacciones frente a alguna situación determinada.
¿Cuál es el carácter que realmente identifica a los hijos de Dios?
Si hablamos del carácter de los hijos de Dios, este simboliza aquellos rasgos característicos que deben encontrarse en las personas que realmente se identifican como hijos de Dios.
En este caso, si quieres entender el carácter de los hijos de Dios, podemos guarnes por la historia de Melquisedec, en donde La Biblia dice que se parecía al Hijo de Dios: …sino que, pareciéndose al Hijo de Dios, continúa siendo un sacerdote sin interrupción y sin sucesor (Hebreos 7: 1-3).
Según el relato bíblico, se deduce que Melquisedec nació de Dios, pero no tuvo padres humanos. ¡Era un sacerdote del Dios Altísimo! Y se parecía al Hijo de Dios…
En referencia a que Melquisedec que no tuvo padres naturales, podemos enfocarnos en lo que dice Juan 1:13: “los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”
Por lo
tanto, si eres un verdadero creyente en Jesucristo, entonces
eres un hijo de Dios (Juan 1:12). Por ello, debes tener un
carácter que tenga estas cualidades:
·
Debes saber escuchar.
·
Debes amar al prójimo.
·
Debes estar dispuesto a padecer.
·
Debes ser diligente.
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Debes someter su cuerpo a servidumbre.
·
No debes ser subjetivo.
·
Debes tener una actitud correcta con el dinero.
·
Debes refrenar la lengua.
·
Debes ser compasivo
·
Debes ADORAR A DIOS
Importancia del carácter de los hijos de Dios
Conoce la importancia del carácter
que identifica a los hijos de Dios:
Embajador de Cristo en la Tierra
Cuando te consideras un hijo de Dios, entonces debes todo tu linaje a Cristo y no tienes genealogía terrenal. Por lo tanto, eres de lo alto y no eres de este mundo y puedes considerarte un Embajador de Cristo en la Tierra.
Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que
nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al
Padre de los espíritus, y viviremos? (Hebreos
12:9).
Una criatura nueva
Al ser un hijo de Dios, eres una criatura nueva sentada en lugares celestiales a la diestra de Jesucristo.
“De
modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2
Corintios 5:17).
Estás vivo para Dios
¡Ahora estás vivo para Dios en Cristo Jesús! Por ello, los hijos de Dios deben considerar su relación con el pecado erradicada para siempre, porque viven en comunión ininterrumpida en Cristo Jesús (Romanos 6:11).
Aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia sois salvos) (Efesios
2:5).
El pecado ya no es atractivo para ti
Ahora que eres hijo de Dios, el pecado se vuelve poco atractivo y tus enfoques están en las cosas que están en el cielo. Por eso, los hijos de Dios están sentados con Cristo en el cielo a la diestra del Señor.
“Y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús” (Efesios
2:6).
Luchadores y con poder
Los hijos de Dios luchan cada día desde una perspectiva victoriosa, con poder y autoridad, y no desde la posición típica de los vencidos.
“Someteos, pues, a Dios. Resiste al
diablo, y huirá de vosotros” (Santiago
4: 7). Por eso, a partir de hoy, ya no cederás terreno al enemigo en tu
vida en el nombre de Jesús.
Serás guiado por el Espíritu de Dios
Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son considerados hijos de Dios, y este no es un espíritu de esclavitud, por el contrario, es un espíritu de adopción que produce la filiación en la dicha.
Por tanto, Dios no nos ha dado el espíritu de temor, sino el de poder, amor y
una mente sana (2 Timoteo 1: 7). El
Espíritu testifica junto con nuestro propio espíritu, asegurándonos de esa
forma que somos hijos de Dios y
también somos sus herederos compartiendo su herencia con Jesús.
Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son ahijos de Dios. 15
Porque no habéis recibido el espíritu de aservidumbre para estar otra vez
en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre! (Romanos 8: 14).
Sigue la guía del Espíritu Santo para ser un hijo de Dios
Todas las personas que reciben y confiesan a Jesucristo como su Señor y Salvador, sin duda nacen de nuevo por el Espíritu de Dios. Por tanto, los que siguen la guía del Espíritu Santo, ¡son hijos de Dios!
Y tú, ¿consideras que tienes el CARÁCTER DE UN HIJO DE DIOS?
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