EFESIOS 6 – LA ARMADURA DE DIOS

QUÉ ES LA ARMADURA DE DIOS EN LA BIBLIA CON UNA BREVE REFLEXIÓN

Uno de los temas más hablados en las iglesias es el último capítulo de la carta de Pablo a los Efesios. Más específicamente en los versículos 10 al 18, donde habla de una gran batalla espiritual que nos espera.

Hay que estar preparados y para eso Dios nos deja su armadura. Pero ¿A qué se refiera con eso? Tranquilo, lo explicamos más adelante.

Esta reflexión la hicimos para poder entender el significado de la armadura. A la cual, acudiremos para enfrentar los ataques de satanás.

Reflexión sobre la armadura de Dios

Esta vida se encuentra llena de eventualidades inesperadas. Pero ninguna de ellas se compara con la guerra espiritual a la cual todos nos vamos a enfrentar en algún momento.

Como siempre, nuestro Señor nos acompaña en toda ocasión y nos ha dejado lo necesario para librar la guerra interior que se nos viene encima.

Ahora queda de nuestra parte abrirnos a su voluntad y hacer uso de todas estas benditas herramientas. En este caso, su armadura.

El mal es astuto y no dudará en ningún momento acecharnos y aprovecharse de nuestras más profundas debilidades. Esperando con ansias nuestra caída y reírse ante la posibilidad del destierro de la tierra prometida.

En muchos casos, queremos hacer frente a esta lucha continúa con nuestros conocimientos y fuerza física. Sin embargo, no importa que tan fuerte o inteligente te creas, esta pelea es espiritual y hay que estar preparados para su llegada.

Hermanos, la invitación es a resistir, ser fuertes hasta el fin de los días. Esto quiere decir que no es una guerra momentánea. Esto es una guerra que jamás parará, pues el diablo nos asecha en todo momento y nosotros no bajaremos la guardia.

Aprendamos a llevar la armadura del Señor cada día. Así como hoy te ha sido imposible salir de casa sin tu celular. Así mismo debe ser con las herramientas sagradas que Dios nos ha dejado. Deben ser imprescindibles en toda ocasión.

Aprendamos más de ella.

La armadura de Dios

Pasemos por cada una de las partes de la armadura de Dios. Hagamos nuestra esta herramienta y llevémosla siempre con nosotros.

1.    El cinturón de la verdad

En la antigua era, los guerreros llevaban cinturones que servían para mantener su túnica y dar soporte al cuerpo.

Los cristianos vemos el cinturón de la verdad de la misma manera que los guerreros cientos de años atrás.

La verdad es la base de todo nuestro existir. Sin la verdad, nos tambaleamos y perdemos nuestra esencia natural.

Así engañes a todos los seres vivos que habitan en la tierra. Dios jamás será engañado, el conoce más allá de lo que nosotros podemos ver. Y ante el Señor nadie se oculta.

2.    La coraza de la justicia

La coraza era parte esencial de la armadura de los guerreros para aquella época. Pues, los protegía del pecho y la espalda. Haciéndolos invulnerables ante ataques imprevistos.

De la misma manera nosotros usamos la coraza de la justicia que Dios nos dejó. Siempre que actuemos con la verdad, la justicia vendrá atada a ella.

Es importante mencionar, que tus errores del pasado no te definen. Lo que realmente te define son las acciones que haces hoy. Tus pecados serán perdonas siempre y cuando lo desees con el corazón.

Siempre hay tiempo para cambiar y acercarnos a la vida del Señor.

3.    El calzado

Los pies de los soldados deben estar cubiertos para seguir avanzado el camino que los llevará a la victoria.

Al igual que ellos, nuestros pies están bien protegidos cuando desnudamos el corazón para que entre nuestro Señor.

Cuando nos sentimos inferiores, tristeza e incluso miedo. No es Dios que ocasiona estos sentimos. Es la maldad pura asechando nuestras almas para evitar que salgamos y sigamos nuestra lucha espiritual.

Recordemos que la lucha más intensa es la espiritual. Y cuando nos dejamos llevar por todos estos sentimientos que nos ahogan, el diablo logra su cometido. Evitar que sigamos nuestras andanzas recuperando vidas perdidas en este camino que llamamos vida.

4.    El escudo de la fe

Los guerreros en su momento usaban un escudo grande para defenderse de los ataques directos hacia ellos.

Escudo que dios nos otorga para prevalecer ante toda eventualidad que surja.

También vemos que habla de flechas de llamas. Estas no son más que ataques de terceras personas para hacer sentirnos inferiores, que no desean nada bien para el prójimo y lo único que revelan es su miseria interior.

No dejes que nadie incendie tu alma. Siempre de la mano del señor todo va a estar bien. Como puedes ver, no has dejado cada una de las herramientas necesarias para afrontar la batalla interna de la vida.

5.    El casco de la salvación y 6.  La espada del Espíritu

Estamos convencidos de que la reflexión interna es la que nos ayuda a crecer personal y espiritualmente.

Por esta razón, hemos querido dejarles de tarea reflexionar sobre el casco de la salvación (Efesios 6: 17 a) y la espada del Espíritu (Efesios 6:17 b).

Las reflexiones vienen dadas de nuestras experiencias anteriores. Así que no tengas miedo a equivocarte, no existen malas reflexiones.

Estaremos encantados de ver lo que dicen en la sección de comentarios.

Oración de la armadura de Dios

¹⁰ Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. ¹¹ Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. ¹² Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. ¹³ Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. ¹⁴ Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, ¹⁵ y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. ¹⁶ Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. ¹⁷ Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

¹⁸ Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.