Proverbio 31 y la mujer virtuosa
¿QUÉ ES PROVERBIOS 31 Y EL ELOGIO A LA MUJER VIRTUOSA?
El libro de Proverbios posee un gran contenido
espiritual y exposiciones de sabiduría en donde se muestra un especial interés
por las mujeres. En relación a Proverbios 31, podemos decir que es un
elogio a la mujer virtuosa o ideal,
y aquí no nos referimos únicamente en sus logros o talentos, también se
considera el corazón de esta mujer y su relación íntima con Dios (Proverbios 31:10-31).
Proverbios 31 y la Mujer Virtuosa |
PROVERBIOS 31 Y EL ELOGIO A LA MUJER VIRTUOSA
¿De qué trata Proverbios 31 y el elogio a la mujer virtuosa?
Sin duda, el título
de este mensaje es “la mujer ideal”.
En este caso, Proverbios 31 podemos
dividirlo en 3 partes: la esposa modelo, la madre modelo y la mujer modelo.
La esposa modelo
Comenzaremos por la esposa modelo: “Mujer ejemplar,
¿quién dará con ella? Su valor excede al de las piedras preciosas” (Proverbios 31:10). Y esto se debe al
buen corazón de la mujer, su fe en Dios, su buen carácter y valores, su
intachable conducta y la dedicación a su matrimonio y su vida familiar.
Por lo tanto, este versículo nos dice que el esposo de esta mujer la valora más que a nada en el mundo y para él vale más que las piedras preciosas. Y tú, ¿eres ese tipo de esposa?
En los próximos 2 versículos, podemos ver como el esposo confía en su mujer para todo lo que necesita, siendo esta muy honrada y fiel con un compromiso absoluto hacia su esposo.
“Su esposo confía en ella de todo corazón, y por ella no carece de ganancias”. “Siempre lo trata bien, nunca mal todos los días de su vida” (Proverbios 31:11-12). Recordemos que una “mujer virtuosa” tiene una relación íntima con Dios, y de esta forma honra la relación que tiene con su esposo.
Y no solo esto, el esposo puede confiar que ella hablará muy bien de él con los demás, que sabrá guardar sus confidencias, que ella podrá satisfacer sus necesidades físicas, que lo apoyará y alentará en todo momento.
No necesitas tener un talento fuera de lo común para ser la “la mujer ideal”, solo requieres tener un corazón que tema de Dios y de ese corazón vendrá toda tu devoción y el amor hacia tu esposo.
La madre modelo
Ahora, hablaremos
sobre la Madre modelo: “Sale en
busca de lana y de lino, y afanosa los trabaja con sus manos” (Proverbios 31:13). Esta mujer sin duda es
una mujer que trabaja intensamente con sus manos y acepta cada tarea como una
asignación especial de Dios.
Además, esto nos enseña que la mujer debe trabajar en el hogar. Aunque también puede hacerlo en otros sitios, debemos destacar que su lugar primordial de trabajo debe ser su hogar.
“Se asemeja a una nave de
mercaderes, que de muy lejos trae sus provisiones”. “Aun durante la noche se
levanta para dar de comer a su familia y asignar a las criadas sus deberes” (Proverbios 31:14-15).
Esta mujer también trae los alimentos a su familia y probablemente
desde muy lejos, para así preparar las comidas frescas cada día. A la “madre modelo” no le importa
sacrificarse por atender a su familia y por ello se asemeja a una nave de
mercaderes de la época.
(Proverbios
31:16-17) nos dice: “Pondera el valor de un terreno, y lo
compra, y con lo que gana planta un viñedo”. “Saca fuerzas de flaqueza y con
ahínco se dispone a trabajar.
Por lo tanto, la “mujer ideal” piensa antes de gastar,
no es impulsiva ni despilfarradora. Y, antes de hacer una compra piensa: ¿Esto beneficiará
a mi familia? ¿Mi esposo realmente se sentirá contento con este gasto? Como el esposo de la mujer confía plenamente en ella (Proverbios 31:11), la mujer no va a
tomar decisiones que vayan en contra de los deseos de su esposo.
“Está atenta a la buena marcha de su negocio. Y por la noche mantiene su lámpara encendida”. “Sabe cómo manejar el huso, y no le es ajeno manejar la rueca” (Proverbios 31:18-19).
La mujer ideal ahorra, invierte y gasta siempre con sabiduría, debido
a su temor hacia Dios y el respeto
hacia su esposo. Como dice (Proverbios
2:6): ¡La Sabiduría viene del Señor!
“Sabe ayudar a los pobres, y tender
la mano a los menesterosos”. “Cuando nieva, no teme por su familia, pues todos
ellos visten ropas dobles” (Proverbios
31:20-21). En estos versículos podemos ver como una mujer puede ser misericordiosa y compasiva, y de esa
forma revelar el corazón de Dios.
“Ella misma se hace tapices, y se
viste de lino fino y de púrpura” (Proverbios
31:22). Por lo tanto, quiere decorar
muy bonita su casa con alfombras, cortinas, cuadros, manteles, sábanas, y demás
cosas que se usan en el hogar, y también quiere verse muy bien ante su esposo e hijos.
“Su esposo es bien conocido, en
la ciudad, y es parte del consejo local de ancianos” (Proverbios 31:23). Al ser un líder y tener influencia en la
ciudad, esta mujer lo respeta y lo
hace ver bien hacia los demás, por ello la reputación
del hombre es intachable.
“Las telas que hace, las vende, y
provee a los comerciantes con cinturones” (Proverbios
31:24). La mujer ideal no solo
es buena esposa y buena madre, también se preocupa por el trabajo y por ayudar
en el hogar con el tema económico.
“Se reviste de fuerza y de honra,
y no le preocupa lo que pueda venir”. “Habla siempre con sabiduría, y su lengua
se rige por la ley del amor” (Proverbios
31:25-26). La mujer ideal es muy
fuerte, inteligente, gran corazón, lo deja todo por su familia, y no habla
mucho, y si lo hace siempre será con mucha
conciencia.
La mujer modelo
Por último, hablaremos de la mujer modelo y cómo ella recibe su
premio por ser una gran esposa y madre ejemplar.
En los siguientes 3 versículos,
vemos el agradecimiento que puede dar un esposo y sus hijos a una verdadera mujer modelo: “
Siempre atenta a la marcha de su
hogar, nunca come un pan que no se haya ganado”. “Sus hijos se levantan y la
llaman dichosa; también su esposo la congratula”. “Muchas mujeres han hecho el
bien, pero tú las sobrepasas a todas.” (Proverbios
31:27-29).
Todos en el hogar adoran,
respetan y elogian a esta mujer virtuosa.
¡Ese es el premio por ser buena madre y una esposa ejemplar con temor de Dios! En pocas palabras, es la mejor mujer del mundo y no hay nadie
como ella.
“La belleza es engañosa, y hueca
la hermosura, pero la mujer que teme al Señor será alabada”. ¡Reconózcase lo
que ha hecho con sus manos! Sea alabada ante todos por sus logros (Proverbios 31:30-31).
Todos sabemos que la sociedad
pone mucha atención a la belleza física,
pero como podemos ver en Proverbios 31,
nunca se menciona la apariencia física de la mujer ideal. Por lo tanto, su atractivo y su belleza vienen
totalmente de su personalidad, corazón y de su amor hacia su esposo y sus
hijos.
No olvidemos que la belleza es pasajera y el paso de los
años cobra factura. Por eso, el tipo de mujer que pudiste leer en Proverbios 31, será la que aparezca delante
de la presencia de Dios con mucho
regocijo.
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