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Salmo 103 y las Bendiciones de Dios

LAS BENDICIONES DE DIOS A TRAVÉS DE SALMO 103

El Salmo 103 es una lectura que debe inspirarte, ya que David decide recordar todas las bondades y misericordias que Dios había tenido con él durante muchos años, así como el Señor las tiene contigo a diario.

SALMO 103 Y LAS BENDICIONES DE DIOS
SALMO 103 Y LAS BENDICIONES DE DIOS

Recordemos que Dios es bueno y sus misericordias son nuevas cada mañana (Lamentaciones 3:22-23). Por lo tanto, dedica unos minutos cada día para recordar todas las bondades de Dios en tu vida y mostrarle tu agradecimiento y gratitud.

 

SALMO 103 Y LAS BENDICIONES DE DIOS

Analicemos en detalle el Salmo 103 de David, para así conocer cómo debemos alabar a Dios y recibir todas sus bendiciones.

 

Análisis del Salmo 103

Al inicio del Salmo 103, leemos como David le pide a su alma que bendiga a Dios y alienta a todo su ser a alabarlo.

Esto nos recuerda que frecuentemente olvidamos dar gracias a Dios y bendecirlo por cuidarnos y por todo lo que nos otorga a diario, incluyendo su amor incondicional (Salmo 103: 1-2).

Debemos tener presente que Dios nos cuida, protege y bendice por “amor y por gracia”, y no debemos extraviarnos en las cosas del mundo, sino poner nuestros ojos en Jesús (Proverbios 3:5-8, Hebreos 12:1-2; Deuteronomio 8:11-20).

 

 

Algunas bendiciones de Dios


Continuando con el Salmo 103, en los próximos 3 versículos David menciona algunas de las bendiciones que Dios nos da a diario.


Aquí comienza con el perdón de nuestros pecados y la sanación de las dolencias, algunos de los regalos más grandes que Dios nos ha dado: “Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias (Salmo 103: 3).

En este caso, Dios no solo nos sana espiritualmente, también nos concede la sanidad física curando todas nuestras enfermedades a través de su intervención directa o por la medicina.

 


El perdón de Dios

“El que rescata de la fosa tu vida, el que te corona de compasión y tiernas misericordias, el que colma de bien tus anhelos, de modo que tu juventud se renueve como el águila” (Salmo 103: 4-5).

 

Gracias a que Dios nos rescató del sepulcro, ya no debemos temer a la muerte. Tal y como se indica en Colosenses 1:13, su reino es de amor y compasión y lo derrama sobre nosotros.

Además, recibir el perdón de Dios, impactará nuestra vida y puede transformarnos por la eternidad, rejuveneciendo así nuestro espíritu.

 


Dios hace justicia


David también indica que “Jehová es el que hace justicia y juicios a todos los oprimidos”. “Sus caminos dio a conocer a Moisés, y a los hijos de Israel, sus obras” (Salmo 103: 6-7).

 

Por lo tanto, el Señor es justo y no solo con nosotros, sino también con todos los oprimidos, y él defiende a los que sufren injusticia y opresión. 

 


Dios es misericordioso


Adicionalmente, Dios es misericordioso, muy compasivo y su corazón está lleno de amor. Contrario a nosotros, él no se deja llevar por la ira o el rencor ni mucho menos actúa de forma injusta o enojada (Salmo 103: 8-9).

 

Tampoco Dios permite que nuestros pecados dicten cómo será su trato hacia nosotros. Es que su gran amor dicta cada acto hacia ¡sus hijos! y cubrirá todo lo que nos rodea, ya que él conoce perfectamente que somos polvo (Salmo 103: 10-14).

 

 

 

Amor eterno


La salud que disfrutamos hoy día, pueden terminarse en cualquier momento. Recordemos que lo físico perece como la hierba y la flor del campo.

 

En cambio, el amor de Dios no se termina nos acompañará en nuestras vidas en la Tierra, y lo disfrutaremos a plenitud en la eternidad. Por ello, es importante estar dentro de la voluntad de Dios y obedecerlo a diario (Salmo 103: 15-18).

 

David destaca que Dios es Rey y por eso merece nuestra alabanza

En los versículos finales del Salmo 103, David exhorta a toda la creación a alabar a Dios: desde los ángeles y los ejércitos celestiales, hasta la humanidad y todo lo que él creó, deberán alabarlo y bendecirlo hoy y por siempre (Salmo 103: 19-22).

 

Y, esto es imposible de contradecir, ya que Dios todopoderoso reina con mucho amor, misericordia y justicia. Por eso, es lógico que todos nosotros lo alabemos desde nuestro corazón.

 

¡No olvides bendecir, alabar y agradecer a Dios cada día por todas sus bondades!



¿Por qué bendecir a Dios?

Bendecir es una muestra de gratitud a Dios nuestro Señor directamente desde nuestro corazón  y nuestras palabras, dando gracias por sus bondades y honrándolo a diario.

 

Es por ello que en el Salmo 103, podemos ver 3 maneras de bendecir a Dios: de forma personal (Salmo 103:1-5), de forma comunitaria (Salmo 103:6-18), y de forma universal (Salmo 103:19-22).

 


SALMO 103

David exhorta a los santos a bendecir a Jehová por Su misericordia — Jehová es misericordioso con los que guardan Sus mandamientos.

 


Salmo de David

Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.

Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias,

el que rescata de la fosa tu vida, el que te corona de compasión y tiernas misericordias,

el que colma de bien tus anhelos, de modo que tu juventud se renueve como el águila.

Jehová es el que hace justicia y juicios a todos los oprimidos.

Sus caminos dio a conocer a Moisés, y a los hijos de Israel, sus obras.

Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia.

No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, así es de grandiosa su misericordia sobre los que le temen.

12 Tan lejos como está el oriente del occidente, así hizo alejar de nosotros nuestras transgresiones.

13 Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen,

14 porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo,

16 que pasa el viento por ella, y perece, y su lugar no la conoce más.

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos,

18 sobre los que guardan su convenio y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19 Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos.

20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo la voz de su palabra.

21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad.

22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová.

 

 

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