SALMOS Y PROPÓSITOS DE VIDA
SALMOS PARA LOS PROPÓSITOS Y ESTACIONES DE TU VIDA
La tesis es esta: hay cuatro grandes estaciones de la
vida: 1) primavera (15-28 años); verano (29-44); otoño (45-69); invierno (70+).
Cada una de las estaciones es más larga que la última, si Dios quiere, en la
medida en que se recomienda a la última estación. A lo largo de cada una de las
estaciones de la vida hay cuatro propósitos: 1) el propósito fundamental de la
identidad; 2) el propósito inspirador del crecimiento; 3) el objetivo de
construcción de la contribución; y, 4) el propósito amoroso del legado. Todos
estos propósitos son cruciales para la experiencia de la esperanza en la vida.
A través de cada estación y en cada propósito hay un
salmo que ayudará como en esa etapa de la vida. Aquí están las sugerencias:
HASTA LA PRIMAVERA
El Salmo 139 nos dice que somos únicos, hechos a mano por
Dios y dignos como cualquier otra persona de vivir esta vida. Es un salmo de
identidad. A medida que meditamos sobre él, durante cualquier época de la vida,
en realidad, alimenta un sentido de especialización en nosotros.
Durante la “primavera” estamos creciendo mucho, pero
también estamos aportando y dejando un legado. El Salmo 19 es un salmo de sabiduría que nos habla a nosotros en
nuestra juventud. El Salmo 18 nos
recuerda, en su extensión, la importancia de la justicia social; de hacer una
contribución. El Salmo 51 nos da una forma de arrepentirnos; un legado para las
siguientes temporadas de la vida.
HASTA EL VERANO
El Salmo 1 es un salmo principesco que debería ser
nuestro refrán en la ida y vuelta a casa de la vida de verano. Nos recuerda con
quién debemos y no debemos asociarnos; y lo que debemos hacer siempre: meditar
en la Palabra de Dios. Este salmo sostiene nuestra identidad en un período
clave de contribución en nuestras vidas.
El Salmo 25 nos mantendrá alcanzando altos niveles de
crecimiento durante los meses más cálidos de la vida. El Salmo 49 es otro salmo
de sabiduría que nos recuerda la locura de la riqueza, para que podamos hacer
contribuciones más dignas a la vida. El Salmo 127 es un salmo heredado que nos
recuerda dónde nuestros esfuerzos dejan resultados duraderos, en y a través de
nuestros hijos, y dónde nuestros esfuerzos pueden ser en vano.
HASTA EL OTOÑO
Es el mejor período de la vida; el otoño es. Los años 45
a 69 (en términos generales) son donde se logra la perspectiva, y se
desperdicia menos vida en las prisas. La identidad, aquí, está respaldada por
el clásico Salmo 15. Este salmo en realidad podría respaldar nuestra identidad
de integridad en cada etapa de la vida. Si hacemos lo que el Salmo 15
recomienda que hagamos, ¡seremos bendecidos!
El Salmo 91 nos llena con la seguridad de la presencia
inimitable de Dios, a lo largo de toda la vida. Es un salmo ricamente cálido
para un crecimiento continuo hasta el "invierno". El Salmo 27 nos da
la confianza del verano en el otoño cuando podemos estar sintiendo nuestra
edad. El Salmo 78 es un salmo largo diseñado para sacarnos de la vida y
reflexionar sobre la bondad y grandeza de Dios sobre la historia de su relación
con Israel. Este salmo para pasar la batuta nos inspira a dejar un legado
digno.
A TRAVÉS DEL INVIERNO
El Salmo de Moisés (Salmo 90) es un salmo en perspectiva
ideal, nuevamente, para fijar nuestras identidades. Este salmo permanece con
nosotros y en nosotros cuando miramos hacia atrás a una larga vida vivida.
Todavía queda crecimiento por lograr, una contribución
que hacer, así como un legado que dejar en nuestros años de invierno. El Salmo 37 es un salmo alentador en la sabiduría puesta para cuando nos sentimos
débiles; nos anima a seguir creciendo. El Salmo 71 nos enseña que Dios no nos
abandonará cuando seamos viejos y canosos; todavía tenemos una contribución que
hacer. El Salmo 23 nos recuerda la presencia de Dios a medida que nuestro
legado se transforma de nuestra vida a través del paso de nuestra muerte y más
allá. Nuestra presencia permanece con nuestros seres queridos como lo hace su
Presencia.
Así, a través de las estaciones de la vida vienen los
propósitos de la vida. La vida está repleta de propósitos a lo largo de cada
época.