¿Qué dice la Biblia acerca de la prosperidad?

Escrituras de prosperidad

La corrupción y la injusticia generalizadas que existen en la sociedad actual ciertamente pueden hacer pensar que "el dinero es la raíz de todos los males". No me sorprendería si muchos creen en este adagio. Yo, en cambio, no. Sé que el dinero no lo es todo en la vida de una persona, pero la riqueza material no es tan mala. Después de todo, muchas de las necesidades básicas de la vida solo se pueden obtener a través del dinero. Además, Dios quiere que el hombre prospere y tenga éxito, y la prosperidad incluye la riqueza material. ¿Cómo sé esto? Las siguientes escrituras de prosperidad prueban mi punto:

Génesis 13: 2, 3

En Génesis, Dios prometió bendecir al hombre y hacer una gran nación para él. También prometió maldecir a los que maldicen al hombre y bendecir a todas las familias.

Deuteronomio 8:18

En esta escritura se enfatiza el recuerdo del Dios que le da al hombre el poder para obtener riquezas. La riqueza aquí se considera como un medio para establecer el pacto de Dios.

1 Crónicas 4:10

Esta parte de la biblia nos habla de la súplica de Jabes para que Dios lo bendiga con abundancia y cómo Dios le concedió su pedido.

Mateo 7:7-8

Esta escritura nos anima a tocar la puerta del cielo y pedir la bendición de Dios porque Dios da a los que la piden.

3 Juan 1:2

En el Nuevo Testamento, Juan nos habla de cómo el Padre desea, sobre todo, que el hombre prospere y tenga salud para que también su alma prospere.

¿Ver? La Biblia dice que Dios desea que prosperemos materialmente y quiere que triunfemos. Estas escrituras de prosperidad implican que Dios, debido a que Él es nuestro Padre Amoroso, nunca querría que nosotros, Su pueblo, estuviéramos en peligro. Como cualquier padre, Dios solo quiere lo mejor para sus hijos. Pero, incluso si la prosperidad se indica en las escrituras de prosperidad antes mencionadas, todavía se nos advierte que la prosperidad no se limita a lo que es financieramente tangible. La prosperidad está abarcada por muchas cosas: física, espiritual, mental, social y, por supuesto, financiera.

Relacionar la prosperidad solo con el dinero es muy estrecho de miras. Además, estas escrituras de prosperidad también aclaran que aunque Dios quiere que Su pueblo prospere, Él solo promete que sucederá si obedecemos Sus mandamientos y si confiamos en Él. También nos recuerda que en nuestra búsqueda de la prosperidad, debemos recordar no volvernos codiciosos y contentarnos con lo nuestro porque siempre se nos da lo que se nos debe.